Caricias de uñas largas y sucias surcando la espalda, 
Heridas de sal navegando en  la piel. 
Hay manos que duelen, 
Existen manos que queman como hogueras.
Tus dedos arden en mi vientre,
Tu tocar incinera mi cuerpo,
Dejando en cenizas  todo el amor.
Hay dolores tan  hondos  que no cesan nunca de gotear, 
Goteras de vida sobre mi cráneo,
No hay cubo que recoja tanta pena, 
Ni cemento que cierre la brecha,
Escalera que jamás terminas de subir,
Versos inacabados,
Poemas que mueren sin terminar 
Como tú y yo acariciándonos.

 
 




 
 
 
 
 
 
 
 
