lunes, 8 de marzo de 2010
Clavos en las manos
La vida pone clavos en mis manos,
Son heridas que sangran,
Llagas que no curan,
Traumatismos que no cicatrizan,
Magulladuras que me desesperan,
Golpes negros con lágrimas,
Lesiones que me hacen ojeras,
Contusiones que me adelgazan,
Encontré el remedio para estas rozaduras,
Estrellas de colores para los locos,
Palabras dulces para los sordos,
Imágenes bonitas para los ciegos,
Mis manos para el que no las tenga,
Mis pies para aquel que no pueda caminar,
Un abrazo para el que no se deje abrazar,
Mi pelo para aquel que no tenga,
Mi corazón para aquel que lo perdió
Sueños para el que dejo de desvariar,
Esto es lo que me salva,
El ingenio de no tener ingenio.
Mi propia locura me libra del dolor,
Vitaminas de ilusión,
Infusiones de magia,
Comprimidos de amor,
Me salvo yo misma disipando marañas,
De un mundo ciego, sordo y a veces mudo.
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La vida es permanente disonancia en donde los momentos felices son dulces gotas de almibar en una copa de ajenjo embriagador.
ResponderEliminarEso me dice tu poema tan sincero.
Lo siento, lo siento mucho...
ResponderEliminarAhora me estoy ahogando sin ti, borracho de mis propias lágrimas, congelado por mi ser tan desastre, por no saber quererte como te mereces. No hay consuelo, no hay consuelo si tú no me lo das...¿por qué confiar en mí? Porque eres la única que puedes salvarme, lo sabes.
Siento hacerte escribir cosas como esta, siento no saber cuidar de tus heridas,
Fabadas
Tristeza honda de un daño muy grande, en ti está el perdón o la ruptura definitiva y seguir adelante.
ResponderEliminarSabes que te apoyamos todos.
Un abrazo.
Rocío