Caricias de uñas largas y sucias surcando la espalda,
Heridas de sal navegando en la piel.
Hay manos que duelen,
Existen manos que queman como hogueras.
Tus dedos arden en mi vientre,
Tu tocar incinera mi cuerpo,
Dejando en cenizas todo el amor.
Hay dolores tan hondos que no cesan nunca de gotear,
Goteras de vida sobre mi cráneo,
No hay cubo que recoja tanta pena,
Ni cemento que cierre la brecha,
Escalera que jamás terminas de subir,
Versos inacabados,
Poemas que mueren sin terminar
Como tú y yo acariciándonos.
Me llama la atencion este texto tan visiual.. me produce sentimientos encontrados, como un poema que muere sin terminar...
ResponderEliminarSaludos Silvia ;)
Todo el poema es como un desgarro. Sentimientos encontrados de amor y dolor, tristeza infinita ante la pena que brota salvajemente de lo que debería ser dicha.
ResponderEliminarbuen trabajo.
Poemas que mueren sin terminar
ResponderEliminarComo tú y yo acariciándonos.
me quedo con eso...muy buena!!!!
Me fascinan todas estas sensaciones juntas y sugerentes, conglomeradas con maestría y sin empachar los sentidos. Difícil arte, grandísima habilidad. Enhorabuena. Miguel Giner (Los trabajos del mar)
ResponderEliminarPd.- No logro la manera de entrar como miembro de blogger. Un beso, Silvia.
que bien suena eso: tu tocar incinera mi cuerpo.
ResponderEliminarPrecioso Blog.. matizando las caricias como las letras que nacen del alma y las caricias que terminan en ella....
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana...
JALE
muy chulo el post!!!=D
ResponderEliminarun besazo muy grande wapa!!!!!!