Te quiero
Quiero las luciérnagas que llevas en el pecho,
las que alumbran mi camino,
el farolillo que sigo mientras ando descuidada del mundo.
Quiero tus labios de agua, tu alma de viento, tus manos de arena,
tu cuerpo de fuego, te quiero...
Quiero tus mentiras, tus verdades, tus equivocaciones, tus triunfos...
te quiero...
....y ando tras de ti como una niña detrás de mariposas,
mirando al cielo, corriendo, sin importar si en el camino hay piedras
con las que caerme.
Te quiero
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Las luciérnagas son animales encantadores, me gustó que le imprimieras la cualidad de su brillo al pecho del amado.
ResponderEliminarLa segunda estrofa, nos muestra que tienes grandes virtudes para la adjetivación, sin duda, es la estrofa que más me gustó.
Por otra parte, cuando queremos, queremos sin importar los errores, los defectos. Es un gran acierto.
La imagen de la niña corriendo detrás de las mariposas es cautivadora.
Me encantó visitarte.
Un abrazo.