Busco el hilo de tu voz frágil mientras ando, el chasquido de las hojas, los pasos de los que tienen prisa, los niños de las manos de sus madres, algún pájaro atrevido que canturrea muerto de frío, pero tu voz, tu hilito de voz proviene de muy dentro de mi, tu voz emulsionada en mi alma, que hace retorcer mis venas y estremecer mi corazón, voy andando y te pienso, te hablo, te cuento que tal me fue el día, lo mucho que te ,echo de menos, las ganas que tengo de verte.
A veces la imaginación me sobresalta ¡eres tu!...y cuando miro bien, ni siquiera te pareces. Sigo andando, sin rumbo, dialogando contigo,mientras el invierno nos hace alfombras de colores, nos pone vaho en los suspiros, nos encoge aun más el cuerpo, y yo dibujo con mis dedos tu rostro en los cristale, con la estupida intención de tenerte, no puedo dejar de pensarte.
Quisiera acariciar cada hueso de tu cuerpo, posar mis labios en tu frente como una paloma, y volver a tenerte en el cimbel de mi puerta
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